viernes, 6 de junio de 2008

La última cena


Flor mutilada de batallas
en tu huerto me extravío
para rendirme en el afán que me obliga a soñar
y salir confiado al encuentro
sin que me tome por naufrago
la presencia de parásito indefenso
saturado de ecos rotos
por el gesto oxidado del otoño.

mi mayor avaricia
fue entregarte mi rabiosa fantasía
desafiarme a la altura de tu respiro
como ave de templo
como la playa y las olas
como el crimen perfecto

tus alas mercadean la piel de mi paisaje
y las caricias me vuelven a tutear
pero ya no eres pan
ni viático

hoy busco mi credo secreto de tu señuelo
y enardece su incógnita
que con sabroso bocado la hago polvo

cabos de cigarro meto por tu boca
colillas vagamundas que apagan mi mitad
y como última referencia tu nombre

fundí la reja para librarme del peligro que tiene tu ropa
y partí a hachazos las señales prohibidas
para continuar en el tiempo
en la estación donde te despido
en la charca
y seguir de pie en mi escena

Juana Emilia Kahlo

1 comentario:

Anamaría León dijo...

Este poema tiene imágenes muy fuertes, me gusta la agresividad que hay, porque es subterránea. O al menos esa fue la impresión que me dio.. Ahora, un verso me distrajo... ese que dice "como el crimen perfecto", por un momento parece que no va con la voz poética que vas llevando.. tal vez el crimen perfecto no es tan desafiante, sino el criminal en sí, es decir no es el ¿cómo? sino ¿quién?. ¿Que piensas? A veces pienso, que el criminal más desafiante es el más desaliñado y frontal...
Debo agregar que la siguiente estrofa, que empieza: "tus alas mercadean la piel de mi paisaje/ y las caricias me vuelven a tutear..." es exquicita. Por un momento me lleva a mi misma, entonces, ahí entiendo algo... Saludos,Emilia.. espero respuesta.