Refugio del sol levantado en medio de la tierra,
centro de calor rehaciéndome
convertido en lluvia.
Suelo de cemento triturado por correrías,
se airea con cortinas flotando en mi calma
y me columpian de un paso a otro.
Solar infinito
con rastrillo y tesoros escondidos
se oye un juego de risas
bañando las caras,
sillas amarradas en círculo.
Es el salto en el tiempo
que siempre quiero dar,
mundo en mi pie y en mis ojos,
agujera cayenas
enrojecidas por la muerte y la alegría.
Anamaría Fátima León
viernes, 25 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario